miércoles, 29 de mayo de 2013

Análisis de texto:


- La estética de lo inestable y la obra abierta - 

En contraste con la estética tradicional, de materiales perdurables y esfuerzos de conservación, que solía valorar la permanencia y la definitud, surge la idea de obra como algo inestable.

Esta “inestabilidad” es favorecida por el soporte digital en Internet, debido, entre otros motivos, a la sobreabundancia de información propia del mundo digital, la posibilidad de futuras profundizaciones y modificaciones, el modo de apropiación de la información hipermedial que no compromete al usuario a respetar los objetos en su esencia intocable, dejándolos libres para usarlos y transformarlos. Se genera así, una obra mutable, una organización de partes que pueden combinarse y permutarse, aparecer o desaparecer.
El objeto artístico digital interactivo constituye un contraste respecto de las tradicionales ilusiones de estabilidad. La sociedad está reemplazando la solidez sustancial del arte tradicional por una obra más versátil.

Estos procesos han estado influyendo gradualmente en el arte, contrastando aún mas lo tradicional con la idea de la obra como algo inestable, surgiendo la noción de “obra abierta”, propuesta estética bien relacionada con la inestabilidad, contrastando con la idea de definición, completitud, determinación, absoluto, y afianzando la idea de un campo de posibilidades.

El soporte digital permite una creación compartida ente autor y público. En muchos casos, el cuerpo mismo de la obra queda resguardado, en otros, donde las obras son realmente abiertas, se resguarda el objeto-modelo, pero el cuerpo artístico, pertenece al conjunto variado de lo producible, lo actualizable.

- SCHULTZ, Margarita. 2006 - Capitulo III "La inestabilidad, una estética de las producciones digitales"

martes, 28 de mayo de 2013

martes, 16 de abril de 2013

Sin vértigo

Para quienes sufren de vértigo a las alturas, dicho trastorno puede, en muchos casos, ser un factor condicionante de su vida social y laboral.

Sin embargo, existe un gran número de personas que no lo padecen o que vemos, (sí, me incluyo) el "vértigo" como una fuente de adrenalina para realizar disciplinas que tengan a "la altura" como protagonista.
Acrobacia aérea, paracaidismo, rapel, escalada, highlining .. son algunas disciplinas que se realizan a grandes alturas. Aquí algunas imágenes y videos...











Y acá va un video, gente que claramente no sufre de vértigo a las alturas...



miércoles, 10 de abril de 2013

Concepto asignado


- VERTIGO -


"Sensación de pérdida del equilibrio o falta de base de sustentación, o bien de que gira el propio sujeto o las cosas que le rodean, que se padece, por ejemplo, al encontrarse a gran altura o asomarse a un precipicio o después de dar vueltas. Arrebato, perdida momentánea del dominio de si mismo, que se puede conducir a un acto de violencia, o de emoción."

Diccionario "Metápolis" Arquitectura. Autor: AA.VV.


Según MeSH, nombre de un amplio vocabulario terminológico controlado para publicaciones de artículos y libros de ciencia, el vértigo es "Una ilusión de movimiento, ya sea del mundo exterior que gira alrededor del individuo o de la persona que gira en el espacio. El vértigo puede estar asociado con trastornos del oído interno; del nervio vestibular, tronco cerebral; o corteza cerebral..."

El vértigo es de origen multifactorial, es decir, son muchas las razones por las que puede percibir una persona esta alucinación. Una vez realizado los exámenes correspondientes, existen diferentes opciones para su tratamiento, desde fármacos, reposo, hasta medicina natural.


Vértigo como fobia: "Acrofobia"


Entendiendo que una "fobia" es un miedo específico extremo que provoca una reacción paralizante, la acrofobia es el miedo a las alturas, un vértigo extremo que se presenta cuando el individuo se enfrenta a espacios elevados como: balcones, ascensores, escaleras, montañas, aviones, etc., y que se refleja a través de niveles altos de ansiedad.
Quienes sufren de fobias tratan de evitar aquellas situaciones que las provocan. Mas allá de ser conscientes de lo irracional y excesivo de su miedo, no consiguen controlarlo. El individuo no teme a la situación en concreto, sino a sus posibles consecuencias negativas, como el temor a caerse, en el caso de la acrofobia.